viernes, 31 de enero de 2014

¿Hasta dónde llegan los seguros vinculados a las tarjetas bancarias? - Asnef.ORG

Uno de los reclamos más utilizados por las entidades financieras para vender sus productos es vincularlos con seguros gratuitos. De esta forma, solicitar una tarjeta bancaria conlleva en la mayoría de las ocasiones contratar un seguro (por lo general, de viaje, accidente o extravío).


Pero, ¿cuáles son las características de estos seguros?, ¿qué coberturas e indemnizaciones ofrecen?, ¿son gratuitos? En el siguiente artículo explicamos hasta dónde llegan los seguros vinculados a las tarjetas bancarias.


Indemnizaciones y coberturas de los seguros de las tarjetas bancarias


Las coberturas de los seguros vinculados a las tarjetas bancarias son numerosas y, aunque en muchas ocasiones estos seguros se publicitan como “gratuitos”, por lo general el cliente desconoce la prima que se paga por ellos y la mayoría de las entidades financieras repercuten su coste en las comisiones de mantenimiento de las propias tarjetas.


Por lo general, todas las tarjetas incluyen un seguro mínimo (de vida, robo, pérdida o accidente) pero dependiendo de la tarjeta contratada, de la entidad bancaria y de las distintas modalidades, las prestaciones del seguro y las indemnizaciones son distintas. Así, el seguro de una tarjeta “Clásica” ofrece indemnizaciones menores a las que ofrece un seguro de una tarjeta “Visa Oro”.


Por ejemplo, el seguro de accidentes de la Tarjeta Iberia Sendo Classic de Targobank ofrece un seguro de accidentes de hasta 360.000 euros, mientras que la Tarjeta Iberia Sendo Oro de Targobank, el seguro de accidentes ofrece una indemnización de hasta 751.300 euros. En este caso, la comisión por alta de la tarjeta oro es casi el doble (80 euros) que la de la clásica (45 euros).


Pero, ¿hasta dónde llegan las coberturas de estos seguros? La premisa es que, estos seguros sólo cubren aquellos productos o viajes que se hayan contratado con la tarjeta en cuestión. Aunque las coberturas y las indemnizaciones varían de una entidad a otra y del tipo de tarjeta que se contrate, por lo general suelen ser las siguientes:


  • Seguro de vida: cubre el saldo de la tarjeta en el momento del fallecimiento del titular. Se suele otorgar, además, como un seguro de protección familiar.

  • Seguro de viaje: cubre accidentes y enfermedades y los posibles gastos médicos generados en un viaje. Este tipo de seguros suelen contemplar, además, los gastos de repatriación y el desplazamiento de un acompañante en caso de hospitalización. También incluye la asistencia por retrasos o cancelaciones en billetes comprados con la tarjeta.

  • Seguro de daño o pérdida del equipaje: cubre la pérdida total o parcial del equipaje.

  • Seguro por robo o extravío: cubre cualquier cargo que se realice en la cuenta del titular de la tarjeta hasta 72 horas antes de la notificación que deberá hacer al banco.

  • Seguro contra el fraude: cubre la clonación y las tarjetas no reconocidas por el cliente, aunque en muchas ocasiones sólo tiene cobertura en caso de robo o extravío de la tarjeta.

  • Seguro de protección de compras: cubre el robo de los bienes comprados con la tarjeta o un daño accidental de los mismos. Algunas de estas pólizas cubren, además, atracos en cajeros automáticos y uso fraudulento del móvil.

Aspectos a tener en cuenta


Como ya hemos indicado previamente, la premisa fundamental para poder reclamar una indemnización a un seguro vinculado a una tarjeta bancaria es que el producto o viaje haya sido adquirido con la tarjeta en cuestión. Existen, además, determinadas cláusulas que figuran en el contrato de la tarjeta y especifican qué situaciones no cubren estos seguros: accidentes en transporte privado, accidentes ocurridos bajo los efectos del alcohol, drogas o estupefacientes y el suicidio o tentativa de suicidio.


Tanto las condiciones de estos seguros como las cláusulas figuran en el contrato que se firma al solicitar la tarjeta. Si no se tiene, el banco está obligado a facilitar una copia del mismo. En cualquier caso, antes de contratar una tarjeta bancaria, es aconsejable conocer si ésta tiene o no seguros vinculados, si estos seguros tienen un coste determinado y comparar el mismo producto con o sin seguro asociado (para ver el coste final que tendrá la tarjeta).



¿Hasta dónde llegan los seguros vinculados a las tarjetas bancarias?

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