El Gobierno de Andorra está ultimando los detalles de una ley para la reestructuración y resolución de entidades bancarias, ha confirmado el portavoz del Ejecutivo, Gilbert Saboya. Asimismo, la norma prevé “las medidas urgentes y necesarias y un marco jurídico adecuado para encontrar una solución a la situación de Banca Privada de Andorra”.
Según ha adelantado, ahora han de “pasar a un esquema de banco bueno y banco malo“. Y, en este sentido, la consultora internacional PwC está trabajando desde hace dos semanas para segmentar “el negocio lícito de BPA y el ilícito”.
Con el nuevo esquema, se evaluarán los diferentes escenarios y posibles de salida para la entidad, intervenida a primeros de marzo después que el Tesoro estadounidense la vinculara con presuntas actividades de blanqueo.
Así, se plantearán desde la venta de la entidad o el retomar, de forma total o parcial, su actividad. También, “en último término”, su liquidación, “pero siempre preservando al máximo el valor de la institución”.
Saboya, si bien ha reconocido la “complejidad técnica del texto”, ha manifestado su deseo de que se apruebe la semana que viene.
Andorra creará un ‘banco malo’ al que derivará los activos ilícitos de BPA
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